“Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.”
Juan 5:26-29

Durante la Guerra de los Treinta Años en el siglo XVII, muchas personas que se negaron a renunciar a su fe y unirse a la Iglesia Católica se vieron obligadas a huir de sus hogares. Entre los refugiados se encontraba un joven pastor llamado Paul Gerhardt. Había completado recientemente su formación para el ministerio cuando él y su esposa tuvieron que dejar atrás su hogar y todo lo que poseían. Sentado en una pequeña posada, preguntándose si escaparían con vida, Gerhardt le aseguró a su esposa, entre lágrimas, que Dios no los había abandonado. Poco después, escribió:

Entrega tus temores a los vientos,
espera y no desmayes;
Dios escucha tus suspiros y cuenta tus lágrimas;
Dios te levantará la cabeza.

Permítenos, en la vida y en la muerte,
declarar tu firme verdad,
y publicar con nuestro último aliento
tu amor y tu cuidado protector.

Mucha gente teme mucho a la muerte, pero para un cristiano no es aterradora. Dios nunca abandona a sus hijos, ni en la vida ni en la muerte.No tenemos nada que temer, Cristo resucitó de la tumba, y su poder es nuestra garantía del futuro. Llegará el día de la resurrección cuando incluso los muertos oirán su voz y resucitarán. Pablo escribió: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.” 1 Tesalonicenses 4:16.
La esperanza que tenemos nos reconforta sin importar las circunstancias que enfrentemos.

PRINCIPIO DE VALOR PARA EDIFICAR UNA VIDA ESPIRITUAL
Ninguna prueba de este mundo, ni siquiera la muerte, puede separarnos del amor de Dios y de la certeza de la resurrección.

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