«¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. 17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, 18 Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.» (2 corintios 6:16-18)

I. LA TENTACIÓN DE ADAPTARSE Y EL LLAMADO A LA SEPARACIÓN

Existe una gran tentación, que como familia nos adaptemos a nuestro entorno, por lo que nos acordamos en lugar de separarnos como familia de Dios. Incluso muchas familias se están volviendo más y más como el mundo. Con demasiada frecuencia, los cristianos se muestran renuentes a ser menospreciados o burlados por ser diferentes.

II. EL PELIGRO DE CONFORMARSE CON EL MUNDO

No es la primera vez que como familia cristiana enfrentaremos este problema. Charles Spurgeon condenó el peligro de comprometerse con el mundo en un esfuerzo por alcanzar al mundo en un sermón que predicó hace 130 años, diciendo: Esta es la sugerencia de la hora actual: Si el mundo no se convierte a Cristo, ¿debe la iglesia convertirse al mundo? En lugar de pedirle a las personas que se conviertan y salgan de entre los pecadores y se separen de ellos, deberíamos unirnos al mundo impío, entrar en comunión con él, y así los influenciaremos permitiendo que nos influyan y tener un “mundo cristiano”.

III. LA FIDELIDAD A DIOS EN UN MUNDO CAMBIANTE

El plan de parecerse más al mundo no funcionó en los días pasados, y no funcionará en el nuestro. Dios todavía está buscando familias fieles que estén dispuestas a soportar el vituperio por la causa de Cristo mientras comparten el mensaje del evangelio.

Principio Familiar: Ser como Jesús no es el camino de menor resistencia, pero es un camino de crecimiento y bendición.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí