Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. 8 Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo. 9 Entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban. 10 Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. Hechos 6:7-10
Los miembros de la iglesia primitiva se extendieron por la ciudad de Jerusalén predicando el evangelio a todo aquel que encontraban. Muchos creyeron el mensaje de que Jesús era el Mesías, incluso entre los líderes religiosos que lo habían rechazado durante su ministerio. Los discípulos no dudaron en hablar con cualquiera porque el evangelio es para todos. Y es el mensaje que los perdidos necesitan más que cualquier otra cosa. Cuando compartimos el evangelio en el poder del Espíritu de Dios con un corazón cargado, sucederán cosas. « Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.» (Salmo 126:6). Debemos preocuparnos lo suficiente por los perdidos como para anunciarles la Buena Nueva antes de que sea demasiado tarde.
William Booth dijo: «¡No llamados!» ¿Dijiste? “No he escuchado el llamado”, creo que deberías decir. Presta atención a la Biblia y escúchalo cuando te llama a ir y rescatar a los pecadores del fuego del pecado. Presta atención al corazón agobiado y agonizante de la humanidad y escucha su lastimero gemido de ayuda. Ve y quédate junto a las puertas del infierno y escucha a los condenados suplicarte que vayas a la casa de su padre y que les pidas a sus hermanos, hermanas, siervos y amos que no vayan allí. Luego, mira a Cristo a la cara —cuya misericordia has profesado obedecer— y dile si unirás tu corazón, alma, cuerpo y circunstancias en la marcha para publicar su misericordia al mundo.
Principio de valor para edificar una vida espiritual: La urgente necesidad de los perdidos de ser salvos debería motivarnos a hacer todo lo posible por alcanzarlos con el evangelio.
