Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, 7 de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. 8 Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; 9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero. 1 Tesalonisenses 1:6-9
La Biblia está llena de advertencias contra el orgullo y la autopromoción. No debemos construir nuestra reputación ni buscar nuestra gloria, sino glorificar a Dios y humillarnos. Sin embargo, cuando vivimos en el poder del Espíritu Santo, obedeciendo la Palabra de Dios, tenemos un impacto notable en los demás. Nuestra fe debe ser tan real que se vea en nuestra forma de vivir, trabajar, hablar y adorar. Nuestra fe debe ser inconfundible y moldear cada aspecto de nuestra vida. Nuestra fe debe ser un ejemplo a seguir. Esto no significa que seamos especiales, sino que vivimos como Jesús vivió. Pablo escribió: «Sed imitadores de mí, como yo de Cristo» (1 Corintios 11:1).
Nuestro comportamiento refleja a nuestro Padre Celestial. Llevamos su nombre. Vivir en justicia y obediencia no nos da crédito a nosotros, sino a Él. “manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.” (1 Pedro 2:12). Un cristiano debe destacarse del mundo, no confundirse con el resto. Nuestros valores, nuestra conducta y nuestra moral no se moldean por lo que es popular en nuestra sociedad, sino por lo que Dios dijo.
Principio de valor para edificar una vida espiritual: Si quienes nos rodean no pueden discernir que somos cristianos por nuestra forma de vivir, no estamos viviendo como deberíamos.