«Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.» (1 Pedro 1:3-5)

I. CONFIANZA EN LA GRACIA DE DIOS

Muchos familias están asediadas por la duda y la incertidumbre con respecto a su salvación. Sin embargo, nadie que haya entrado verdaderamente en la familia de Dios debe temer perderla, es imposible. No somos salvos por nuestra propia obra, sino solo por la gracia del Señor. Si nuestra salvación dependiera de nosotros, corriéramos el riesgo de perderla, pero como la salvación es toda de Dios, el cuidado de quienes acuden a Él también es completamente su responsabilidad. Y esa es una responsabilidad que Él nunca deja de cumplir.

II. CONFIANZA Y PACIENCIA ESPIRITUAL

Al predicar sobre esta maravillosa verdad de seguridad eterna, H.A Ironside dijo: “Es posible que hayas oído hablar del irlandés que se convirtió pero que tuvo un temor terrible de que algún día cometiera un gran pecado y perdiera su alma, y pudiera estar perdido”. Él irlandés tembló ante tal pensamiento. Fue a una reunión y escuchó las palabras: «Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios» (Colosenses 3:3) “¡Gloria a Dios!”, Gritó el hombre: “¿Quién se ahogaba en sus pensamientos de temor”

III. CONFIANZA INQUEBRANTABLE EN LA PROMESA DE DIOS

En lugar de vivir con miedo, la familia de Dios puede vivir con confianza y confianza eterna. Nuestra relación familiar nos permite acceder a nuestro Padre celestial, y debemos reclamarla con fe.

«Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.» (Hebreos 4:16)

No permita que el diablo invalida su corazón para Dios al hacerle dudar de lo que Él ha prometido con respecto a tu destino.

Principio Familiar Unidos Venceremos: La seguridad eterna prometida a cada hijo de Dios es nuestra fortaleza y confianza.

Desafio familiar: Escribe y Memoriza 1 Juan 5:13

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí