¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Isaias 40:28-31
Todos sabemos lo que se siente estar exhausto cuando llegamos al punto en que estamos tan agotados física, mental, emocional y espiritualmente que parece que no queda nada. Todos sabemos lo que es enfrentar una montaña de cosas que deben hacerse, cuando parece que incluso comenzar una parte de la lista es más de lo que podemos hacer. A medida que envejecemos, muchos de nosotros descubrimos que las cosas que antes podíamos hacer ahora son más difíciles, si es que podemos hacerlas. Cuando llegan esos momentos, cuando nos desanimamos y sentimos la tentación de rendirnos o pensamos que no podemos seguir adelante, debemos recordar recurrir a Dios en busca de ayuda.
Dios es la fuente de fortaleza para todo lo que hacemos. Él tiene una provisión ilimitada, y aquellos que acuden a Él en busca de ayuda nunca se quedan con las manos vacías. El salmista escribió sobre Dios: “El que sacia de bien tu boca, De modo que te rejuvenezcas como el águila” (Salmo 103:5). Las águilas son aves grandes. El águila calva tiene una envergadura de entre seis y ocho pies. Por poderosas que sean sus alas, gran parte de su vuelo no se realiza batiendo las alas, sino dejándose llevar por las corrientes del aire que las sostienen en el aire y las elevan. El poder de Dios sostiene a quienes esperan en Él, sin importar lo que enfrenten.
Principio de valor para edificar una vida espiritual.: El poder de Dios puede sostenernos en cualquier situación, y Él siempre está disponible para quienes esperan en Él.
