“Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. 10 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.”
1 Pedro 1:9-11

La Palabra de Dios es perfecta y segura, porque Él inspiró a hombres de Dios a escribir fielmente sus palabras, y las guardó para nosotros. 2 Pedro 1:21 nos dice: “Para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro”. Podemos depositar plena fe y confianza en todo lo que dice la Biblia.

Uno de los aspectos interesantes de la inspiración divina de las Escrituras es que los autores humanos no siempre comprendieron plenamente el momento y las implicaciones de lo que se les dio a escribir. Sin embargo, creyeron en lo que Dios dijo, incluso sin verlo cumplido en su totalidad.
“Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación;” Hebreos 11:13.

Dios quiere que confiemos en Él, no porque entendamos plenamente todo lo que ha dicho o hace, sino porque Él es Dios y es bueno. Cada lucha de la vida es una oportunidad para que nuestra fe crezca. George Müller dijo: «Dios se deleita en aumentar la fe de sus hijos. Lo digo, y lo digo deliberadamente: las pruebas, las dificultades y, a veces, las derrotas, son el alimento mismo de la fe. Debemos aceptarlas como evidencia de su amor y cuidado por nosotros, desarrollando cada vez más esa fe que busca fortalecer en nosotros».

El fundamento de nuestra fe es la Palabra de Dios. Pablo escribió: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” Romanos 10:17. Esto es cierto para nuestra salvación, ya que las Escrituras nos muestran el camino a Dios por medio de Jesús. También es cierto para nuestra vida diaria, ya que el Espíritu Santo nos guía a través de las palabras que él inspiró.

PRINCIPIO DE VALOR PARA EDIFICAR UNA VIDA ESPIRITUAL
Nuestra fe no se basa en filosofía, tradición ni ideas artificiales, sino en la infalible Palabra de Dios.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí