“Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.”
2 Timoteo 2:20-22
El Imperio Romano en la época de Timoteo era una sociedad violenta, inmoral, impía y depravada. (Al observar nuestro entorno actual, vemos una cultura similar). Ante las tentaciones que Timoteo enfrentaría y la necesidad de ser un instrumento limpio para que Dios lo usara, Pablo le instruyó: “Huye también de las pasiones juveniles” y “sigue la justicia”.
Cuando los cristianos viven como el mundo que los rodea, no es de extrañar que no tengan un impacto. R. A. Torrey dio esta receta para el avivamiento: “Primero, que algunos cristianos se pongan en paz con Dios. Esto es fundamental. Si no se hace, todo lo demás que voy a decir no servira de nada. Segundo, que se unan para orar por un avivamiento hasta que Dios abra los cielos. Tercero, que se pongan a disposición de Dios para que Él los use como considere oportuno para ganar a otros para Cristo”.
El mundo necesita desesperadamente la influencia de cristianos que vivan como Jesús, hablen como Jesús y actúen como Jesús. Aunque nunca podremos ser perfectos, podemos esforzarnos por vivir vidas santas e intachables para que el poder de Dios que obra en nosotros y a través de nosotros no se vea obstaculizado. No debemos aislarnos del mundo por completo, pues entonces no tendríamos ningún impacto en él. En cambio, debemos vivir en el mundo, pero sin permitir que determine nuestros valores ni nuestra conducta. Debemos mantener nuestra pureza y santidad. “Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváislos utensilios de Jehová.” Isaías 52:11.
PRINCIPIO DE VALOR PARA EDIFICAR UNA VIDA ESPIRITUAL
Dios usa vasos limpios para cumplir su propósito y obrar en nuestro mundo.