“Y Jehová dijo a Jehú: Por cuanto has hecho bien ejecutando lo recto delante de mis ojos, e hiciste a la casa de Acab conforme a todo lo que estaba en mi corazón, tus hijos se sentarán sobre el trono de Israel hasta la cuarta generación. 31 Mas Jehú no cuidó de andar en la ley de Jehová Dios de Israel con todo su corazón, ni se apartó de los pecados de Jeroboam, el que había hecho pecar a Israel.”
2 Reyes 10:30-31
Alguein dijo:
Por falta de un clavo se perdió la herradura,
por falta de una herradura se perdió el caballo;
y por falta de un caballo se perdió el jinete;
siendo alcanzado y muerto por el enemigo,
todo por descuidar un clavo de herradura.
Cada parte de la Palabra de Dios merece nuestra atención, y cada instrucción que Él da merece nuestra obediencia. No hay mandamientos pequeños. Y si bien la desobediencia tiene diferentes grados de consecuencias, no hay pecados pequeños. No podemos acudir a Dios y decirle que, en general, hicimos lo que Él dijo y que eso debería bastar. Saúl lo intentó cuando no logró destruir completamente a los amalecitas y sus posesiones como Dios le ordenó. “Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová. 14 Samuel entonces dijo: “¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos??” 1 Samuel 15:13-14.
Dios nos llama a amarlo con todo nuestro corazón y a andar con él en total obediencia. Cuando amamos a Dios, deseamos obedecerle. “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.” 1 Juan 5:3. Demasiados cristianos tratan la Palabra de Dios como un bufé donde eligen lo que les parece bien. Cuando lo hacemos, no honramos a Cristo como nuestro Señor. Como preguntó Jesús: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” Lucas 6:46.
PRINCIPIO DE VALOR PARA EDIFICAR UNA VIDA ESPIRITUAL
Jesús es nuestro Señor y es digno de nuestra total devoción y completa obediencia.