“¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado. 8 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre, 9 sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré.”
Jeremias 30:7-9
Tras años de estudio bíblico, William Miller declaró haber identificado la fecha del regreso de Jesús. Publicó un libro con sus hallazgos y se convirtió en un orador popular en muchas iglesias. En la primavera de 1844, un cometa tan brillante que podía verse durante el día apareció en el cielo, y Miller anunció el 22 de octubre como la fecha de la segunda venida. Miles de sus seguidores, conocidos como milleritas, vendieron sus posesiones, dejaron sus trabajos y se vistieron con ropas blancas. De pie en las laderas e incluso trepando a los árboles para estar más cerca del cielo cuando Jesús apareciera, esperaron. No ocurrió nada. Este hombre estaba equivocado.
La doctrina de la Segunda Venida es verdadera. Jesús nos prometió que regresaría. Pero el punto de esa doctrina no es cuándo ocurrirá, sino que siempre debemos estar preparados. En su última conversación con los discípulos, Jesús lo dejó claro: “Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad” Hechos 1:7. El propósito del conocimiento seguro del regreso del Señor es influir en nuestra manera de vivir en este mundo. “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.” 1 Juan 3:2-3. Dios sigue en control, pase lo que pase en el mundo que nos rodea, y podemos confiar en su plan y andar en su camino pase lo que pase.
PRINCIPIO DE VALOR PARA EDIFICAR UNA VIDA ESPIRITUAL
Podemos esperar el regreso del Señor con confianza, no en cuanto a cuándo ocurrirá, sino en cuanto a lo que debemos estar haciendo ahora mismo.